Este pueblo se destaco por su cultura escrita y literatura. En diversas investigaciones, se han encontrado documentos, prácticamente contemporáneos, escritos en egipcio, acadio, y dialectos semitas cananeos en distintos sistemas de escritura. El descubrimiento mas sorprendente de este pueblo fue: El Alfabeto del cuál se derivó el alfabeto Griego, y el abecedario Latino. La lengua cananea arameo, próximo al hebreo
→ A r t e :
Al igual que el alfabeto, se han encontrado en excavaciones arqueológicas, muestras del arte cananeo. En general es un arte pobre, no hay arquitectura monumental ni preocupación por embellecer sus edificios. Llama la atención esta carencia en los templos o palacios, sin capiteles en sus columnas, sin entallados en las puertas, etcétera. La escultura queda relegada, ordinariamente, a relieves y pequeñas figuras, casi siempre de dioses, y a trabajos de marfil y modelados de cerámica y terracotas. La mayor pieza hallada en Canaán entre las esculturas de piedra es el ídolo del templo de Hasór de la época del Bronce Reciente (ca. 1500 a. C.) que no llega al tamaño natural.
→ R e l i g i ó n :
Los santuarios solían encontrarse en lugares altos. Las ciudades eran muy fortificadas, generalmente se construían en las altas colinas. Las sepulturas se solían ubicar en las cuevas.
Los cananeos poseían variaos Dioses, pero la tríada el dios “El” (padre), Baal (hijo) y Asera (madre) asumió un papel importante entre su panteón de Dioses. El pueblo sufre sed y el mar les da miedo. El envía a su hijo Baal a auxiliar a la gente. Esta mitología perduró en parte a través de la Santísima Trinidad. Los antiguos israelitas participaban del culto a Baal, lo que supuso no pocos conflictos una vez que el yahvismo monoteísta se hizo hegemónico entre los profetas y reyes.
Los textos cananeos («mitos» para la mayoría de los expertos) representaban a El como a un sabio, un dios anciano que se mantenía al margen de los asuntos cotidianos. Su morada era remota, en la «cabecera de los dos ríos», el Tigris y el Eufrates. Allí debía de estar, sentado en su trono, recibiendo emisarios y contemplando los problemas y las disputas que los otros dioses le presentaban.
Las ceremonias religiosas se enfocaban en llevar a cabo actos sexuales en honor a Baal, para asegurar una cosecha fecunda. Estos actos incluían relaciones heterosexuales, homosexuales, y con animales. Este tipo de prostitución sagrada fue muy común en este pueblo.
Los sacrificios humanos también formaron parte de su religión. Se han encontrado jarras funerarias con niñxs peqeñxs que murieron habiendo sido enterrado vivxs en los cimientos de templos u otros edificios.
B A A L *
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